Dentro de los desafíos que debiéramos plantearnos para que la Educación en Chile sea realmente de calidad y contribuya a la formación de personas íntegras, tolerantes, con un alto sentido de compañerismo y compromiso por el bienestar del Planeta, sin duda que la educación en la naturaleza debiera estar presente. Es ahí, en la naturaleza, que se da el escenario ideal para desarrollar las capacidades de trabajar colaborativamente, generar comunidad; de desarrollar un pensamiento sistémico y crítico; y de fortalecer el respeto y valoración por la diversidad en todos sus ámbitos. Es en la naturaleza, además, donde se comprenden de mejor forma las relaciones e interconexiones existentes entre los sistemas naturales y sociales, y se entiende con mayor claridad la importancia de los factores socioculturales en el origen de los problemas ambientales.
Tan evidente es lo anterior, que la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) promovida por las Naciones Unidas y asumida como compromiso por el Gobierno de Chile el año 2004, destaca entre sus principios la importancia de educar al aire libre. No es casual tampoco, que en muchos países desarrollados la tendencia de las escuelas sea pasar cada vez más horas afuera, en la naturaleza, jugando y observando sus detalles y procesos profundamente, para aprender matemáticas, lenguaje, ciencias, arte, etc.; para identificar y reflexionar sobre las huellas ecológicas que nuestro modelo de desarrollo ha dejado ahí, y para fortalecer valores y conductas tendientes a revertirlas.
Niños y niñas de hoy serán habitantes adultos mañana, en un mundo completamente diferente al que hoy conocemos, con desafíos que requerirán del desarrollo de habilidades y comportamientos distintos a los que hoy tenemos. Para ello, los sistemas educativos deben promover que niños y jóvenes tengan experiencias en la Naturaleza, con la Naturaleza; que se vinculen con ella desde lo cognitivo y emocional, y sean capaces de mirarla y entenderla de manera integral. No hay mejor sala de clases que la Naturaleza, porque en ella ocurre todo lo que debemos aprender.
Para contribuir a lo anterior, un grupo de organizaciones de la Sociedad Civil, conformado por Fundación Ilumina, Fundación Cosmos, Fundación Ibáñez Atkinson, Fundación Caserta y Colegio Nido de Águilas, nos hemos propuesto desarrollar una estrategia de educación integral basada en la Naturaleza, cuyo objetivo hemos definido como “En el marco de la Educación para el Desarrollo Sostenible, promover el ejercicio de la educación donde la Naturaleza sea una plataforma para que niños y niñas puedan desarrollarse integralmente de manera de consolidarse como agentes de cambio para un mundo sostenible”.
El primer paso en la implementación de esta estrategia, será la realización del Seminario “La Naturaleza como Plataforma de Educación: Realidad y Desafíos”, cuyo objetivo es:
Exponer los beneficios de usar la Naturaleza como plataforma para la educación, compartiendo experiencias e investigaciones al respecto; y conocer la situación actual de la Educación en la Naturaleza dentro del sistema educacional chileno, sus trabas y desafíos.
La organización y gestión de este seminario se ha logrado gracias al apoyo de nuestros patrocinadores: Ministerio de Educación; Ministerio de Medio Ambiente; Pontificia Universidad Católica de Chile;Fundación Telefónica; Colegio Nido de Águilas.