Francisca Cortés Solari, presidenta y fundadora de Fundación Meri.
“Hace unos años, conocí la reserva natural de Melimoyu (Patagonia norte). Coincidió con el anhelo de fomentar la conservación en Chile, crear un cambio de conciencia que garantice un desarrollo integral y sustentable de nuestro país”, cuenta Francisca Cortés Solari, presidenta y fundadora de la Fundación MERI. Así nació el programa de Conservación de la Reserva Natural de Melimoyu. Sus objetivos apuntan al desarrollo de investigación científica —en alianza con universidades locales e internacionales — y la realización de programas de educación ambiental. Fue precisamente en este último aspecto que Recyclápolis distinguió, en la categoría Agua, el trabajo de la Fundación Meri y su proyecto Ruta de Navegación Educativa: Cetáceos de la Patagonia.
El plan busca crear conciencia en los niños de la Patagonia respecto a las amenazas que enfrentan las ballenas azules como una especie en vías de extinción. “Buscamos que los escolares se sensibilicen respecto a la riqueza de nuestros océanos y sus cetáceos. También crearles conciencia en cuanto a los desafíos que enfrentamos a nivel de contaminación ecológica”, dice la filántropa. Y comenta: “Los niños se vuelven rápidamente defensores de nuestro patrimonio natural; entienden las amenazas ecológicas que enfrentamos y la necesidad de cambiar los paradigmas que nos rigen incorporando a sus vidas una cultura de desarrollo sustentable”. No solo eso, destaca que proyectos como este tienen el poder de despertar vocaciones científicas, “algo tan necesario en Chile, considerando los recursos que tenemos y las amenazas asociadas al cambio climático”.
Fuente: Caras