“Tu juego comienza” fue el mensaje de bienvenida a la primera edición del programa Aventura. 41 estudiantes del Colegio Marqués de Ovando fueron los protagonistas del hito dirigido especialmente a niñas y niños de quinto básico, quienes fueron convocados para reestablecer la armonía al participar de diferentes mundos. Fomentar la autonomía, independencia y valoración de sí mismo fueron los propósitos del inédito programa realizado en Parque Likandes.
Acompañados de sus profesoras jefes y del director del establecimiento educacional, estudiantes del 5° básico A y 5° básico B empezaron la Aventura el jueves 6 de abril en medio de la Cordillera de Los Andes. Seis Guías, seis Mundos y seis Guardianes esperaban a los niños en lo que sería el inicio de un juego en busca de las siete piedras de la memoria.
Los estudiantes fueron los encargados de encontrar el camino para regresar las valiosas piedras a su lugar de origen: el báculo de la memoria del Señor de los Vientos, custodiado por Maqui, el Cuenta Cuentos.
La narrativa del programa representa un viaje personal, donde la relación consigo mismos, el grupo y el territorio influye en lo cotidiano y permite a los participantes reconocerse, viviendo distintos mundos, juegos y desafíos que los ayudan a fomentar la autonomía integrando a sus pares y a su entorno para conseguirlo.
Para empezar la Aventura, los niños participaron en un desafío que determinó por azar su Lof, o comunidad, y su Guía, quien los acompañaría ambos días. Cada grupo, conformado por seis o siete estudiantes, recibió por nombre un elemento: Agua, Tierra, Madera, Aire, Fuego y Metal. Con ello recibieron la primera piedra de la memoria, relacionada con la Pertenencia.
De ahí en adelante, cada capítulo de su aventura les otorgaría una piedra más para completar el báculo de la memoria del Señor de los Vientos.
Primero fueron conducidos al recorrido por mundos que les invitaron a descubrir valores, actitudes y relaciones. En el mundo de la Pertenencia, diseñaron piezas con greda; en el del Respeto, se sumergieron en el universo de los comics; en el del Emocionar trabajaron con movimiento; en el del Vínculo, jugaron; en el de la Creatividad, practicaron figuras y malabares; y en el del Bienestar, experimentaron con cocina molecular.
La noche estuvo marcada por nuevas decisiones con tres instancias a su disposición: Observación del cielo a través de Telescopios, Juegos Nocturnos y Teatro de Sombras.
El amanecer fue la señal para comenzar la segunda y última jornada de Aventura. Después de un energizante desayuno, cada grupo de aventureros y aventureras se reunió con su guía para completar la bitácora de Lof con lo vivido por el grupo.
Una carrera de orientación en el Parque Likandes dio paso al momento final: ¡El Lanzamiento del Huevo por grupos!
Cuando todo parecía que había terminado, apareció el misterioso Señor de los Vientos a agradecer la participación y compromiso con la Aventura. La entrega de la última piedra del báculo, relacionada con la Sabiduría, fue un reconocimiento a la colaboración.
Al regreso, los estudiantes del colegio Marqués de Ovando fueron recibidos por sus compañeros de segundo básico, apoderados y familiares con una fiesta de colores, música y reencuentros llenos de historias por relatar.
Con el programa Aventura se marca un paso más en el sueño de incorporar hitos a lo largo de la trayectoria escolar. Valoramos los viajes como oportunidad de aprendizaje, el complementar los espacios cerrados del colegio, con los abiertos de los parques naturales y aprender en vínculo con la naturaleza. Ahora los niños y niñas de quinto básico pueden sumar una experiencia de aprendizaje centrada en fomentar su autonomía, independencia y valoración de sí mismos.
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