En los primeros meses tras el retorno presencial a las aulas, se vio una escalada de violencia escolar que llamó la atención de los expertos. Sin embargo, a pesar de este panorama, un nuevo sondeo reveló que actualmente más de la mitad de los profesores se sienten motivados (55%) y tranquilos (21%) durante las clases presenciales.
Se trata de los resultados de una encuesta realizada por la Fundación Caserta —la cual hace 19 años se dedica a promover la educación integral en Chile— a casi 200 profesores de todo el país.
“Esto es un verdadero testimonio de los relevante que es contener y apoyar a los docentes, una muestra de que no se sienten solos en el muchas veces adverso camino hacia el cambio del paradigma educativo. Podemos deducir que los profesores se sienten motivados y tranquilos como resultado del acompañamiento integral y la red colaborativa que se genera a lo largo de Chile. Son docentes del norte que se identifican con los dolores de sus pares del sur, y que han podido ayudarse entre sí a sobrevenir estos sentimientos y canalizarlos de manera positiva y constructiva”, explica Carolina Albornoz, directora ejecutiva de la Fundación Caserta.
Y añade que también se puede atribuir “a la alta motivación y reconexión con su propósito, quehacer y vocación, que se extravían con la pandemia y como consecuencia del modelo educativo anticuado y no acorde con el siglo XXI que tenemos. Los adultos nos motivamos cuando sentimos que llegamos al otro y el otro aprende, eso eleva la motivación y la conexión con el propósito del individuo”.
En esta línea, se evidenció también que lo que más les afecta negativamente a los docentes cuando trabajan es la situación socioemocional de sus estudiantes (28%), seguido por los escenarios que requieren un manejo de violencia dentro y fuera del aula (19%), además del alto nivel de exigencia curricular (14%).
Sobre el cómo los educadores pueden enfrentar los complejos escenarios socioemocionales que pueden estar viviendo sus alumnos, la experta precisa que primero hay “que validar esa emoción, ponerle nombre y luego gestionarla. Es muy importante para la salud integral de los docentes aprender también cuándo soltar lo que no está o no debe estar en sus manos, y canalizar la energía hacia lo que sí depende de ellos y en lo que pueden ayudar. Es relevante recordar que tenemos una brecha profunda en el ámbito de la educación socioemocional, por lo tanto, este ejercicio no se puede establecer o mejorar instantáneamente, es un desafío robusto que en la actualidad se refleja en algunos de los episodios brutales de la violencia escolar”.
Por ello, Albornoz dice que para generar una verdadera cultura de bienestar en el aula, y en toda la comunidad escolar, es indispensable que los docentes sean capacitados en competencias socioemocionales desde su formación.
Para generar una cultura de bienestar en el aula, así como en toda la comunidad escolar, los expertos dicen que es indispensable que los docentes sean capacitados en competencias socioemocionales desde su formación. AFP
Fuente: El Mercurio