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[Qué Pasa] El milagroso regreso del cóndor a Santiago

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[Qué Pasa] El milagroso regreso del cóndor a Santiago

No hay cifras precisas -sólo estimaciones- pero los científicos creen que desde la mitad del siglo XX, la población de cóndores en la zona central ha sufrido una drástica disminución de su población por la expansión urbana, la caza y la ganadería, entre otras razones.

Sin embargo, en los últimos años, varias iniciativas han mejorado el estatus de esta ave –que puede pesar hasta 15 kg- y también han logrado que recupere su hábitat natural.

Una de ellas pertenece al Centro de Liberación de Cóndores, en la Reserva Elemental Likandes, en la cuenca del Río Maipo, un espacio de Filantropía Cortés Solari y el Centro de Rehabilitación de Aves Rapaces Aves Chile-Unorch. Se trata del primer centro de liberación de cóndores de la zona, que será inaugurado el 11 de diciembre con la liberación de tres ejemplares.

Gracias a iniciativas como esta, actualmente se contabilizan 20.000 ejemplares de cóndores en el territorio nacional, de ellos el 70% se ubica en la zona austral, el 20% en la zona central, el 5% en la zona norte y el 5% en el sur del país.

Gabriela Guzmán, directora de proyectos de la Reserva Elemental Likandes, Centro de Liberación de Cóndores, señala que trabajan en la reinserción de la especie en su hábitat, debido a que es un ave amenazada en la zona central. “Nos unimos al programa y al llamado que nos hizo el Centro de Rehabilitación de Aves Rapaces (CRAR). En Talagante ellos tenían tres cóndores, uno de Ñuble y dos de Aysén. Los hemos cuidado y alimentado acá por dos años y medio, y poco a poco han empezado a emprender el vuelo. Esto los habilita para ser liberados en las próximas semanas”.

Eduardo Pavez, presidente de la Unión de Ornitólogos de Chile y fundador del Centro de Rehabilitación de Aves Rapaces, explica que después de que sean liberados, se les hará un seguimiento a través de transmisores satelitales, para supervisar que sigan patrones correctos de vuelo. “Si no lo hacen, tenemos que subir a la montaña y dejarles alimento cerca para que no bajen de peso y se puedan reinsertar de manera gradual. Uno de los objetivos es que le tengan cierta grado de temor al ser humano, ya que un cóndor manso, tiene altas probabilidades de morir cazado. Es importante que sean autosuficientes y se mantengan alejados del ser humano”.

En Chile, la problemática de la expansión de la ciudad está restringida a la zona central, desde Coquimbo al Maule. “El cóndor habita en todo Chile, y por lo tanto las problemáticas de su conservación son distintas en regiones que tienen baja intervención antrópica (humana) como en la Patagonia, donde tenemos el núcleo más importante de cóndores en el país“, señala Pavez, también codirector del Programa Binacional de Conservación del Cóndor Andino Chile-Argentina.

No existen registros anteriores de la población del cóndor. “A nivel nacional, nuestros modelos dan cuenta de 20.000 ejemplares aproximadamente, lo cual es poco, pensando en la población de buitres que hay, por ejemplo, en España. Además, la población reproductora es mucho menor aún. Por lo tanto, si acá estamos con problemas, estamos con problemas a nivel global. Son importante los esfuerzos que hacemos acá, donde se puede asegurar la supervivencia del cóndor a largo plazo”, argumenta Pavez.

“El núcleo de la zona central se ve enfrentado a un crecimiento urbano importante. Además, la superposición de actividades entre el ser humano y el cóndor de forma inevitable genera conflictos y una problemática compleja que tiene relación con la fuente de alimentación. En un principio el cóndor se alimentaba con carroña de guanaco muertos por pumas, y posteriormente se reemplaza por ganadería extensiva. Esta actividad tiene a desaparecer desde las últimas décadas, y eso ha generado un problema no menor para el cóndor, principalmente en la zona central”, añade Pavez, coautor de la Guía del Cóndor y Otras Aves Nativas.

El cóndor se ve amenazado principalmente por la acción de los humanos. “Ese factor tiene que ver con educación ambiental, que es realmente importante. El envenenamiento, distribución de residuos, el avance de las ciudades, son algunos ejemplos. Eso es tomar conciencia de los otros habitantes del planeta y no nosotros en la cúspide de todo, sino que, como parte de un ecosistema más sano, porque el cóndor juega un rol muy importante de limpieza de las montañas”, señala Guzmán.

Coincide Pávez. “No tiene ningún enemigo natural, es un buitre que está en el tope de la cadena alimenticia. Los únicos enemigos que tiene son los humanos“.

“Como son carroñeros, aquellos animales que mueren en la montaña son comidos por ellos. Hay una cadena entre el cóndor, el guanaco y el puma. El puma se come al guanaco, el guanaco queda a disposición del cóndor para poder limpiarlo. Ahora hay una relación benéfica, el ganado que no sobrevive es el que consume el cóndor”, añade Guzmán.

“Este es el inicio de algo grande, un renacer del cóndor, eso esperamos. Recorremos los colegios de manera de poder ir aliándonos con hijos de arrieros, hay muchos mitos, que son parte de la amenaza. A medida que generemos conciencia, se valorará al cóndor y a otras aves nativas. Buscamos generar guardianes entre la población y los niños”, establece la investigadora de la Reserva Elemental Likandes.

“El tema en la zona central ha progresado con respecto a la conciencia de la comunidad sobre la naturaleza y de los cóndores en particular. La situación hoy es muy distinta comparándolo con lo que ocurría hace 30 años, en que un tipo le disparaba a un cóndor y nadie decía nada. Hoy es diferente, ya que eso tiene una condena de la sociedad y arriesga penas de cárcel. El cóndor es una bandera que te permite sensibilizar a la población respecto de la naturaleza; proteger al cóndor implica proteger a la naturaleza”, añade Pavez.

Otro elemento a tener en cuenta es que la población de cóndores en Chile, es compartida con Argentina. “Los cóndores vuelan en cielos nacionales un día, pero al siguiente están en territorio trasandino, en ambas vertientes de la cordillera. En Argentina hay muchos problemas por envenenamiento, y eso nos perjudica directamente a nosotros. El cóndor que nace en Chile, va a alimentarse a Argentina, y viceversa”, explica el profesional.

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Fuente: Qué Pasa

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