Una academia donde cada uno va a su ritmo, abierta 24/7, todo el año y donde el educador es el mismo alumno. Esa es la fórmula que aplica esta academia, presente en varios países y que está alcanzando niveles de empleabilidad de 100%. Manuel Fernández, desde Madrid.
Cristián (29), sin una carrera universitaria, trabajaba como administrativo en una compañía de seguros. Pero hace siete meses decidió cambiar su trayectoria laboral e ingresó a Escuela 42. No sabía nada de programación, pero ahora ya domina el lenguaje C y está aprendiendo JavaScript y Python. Su reconversión ha sido tan asombrosa que hoy aspira a trabajar en ciberseguridad.
Así de fuertes son las reconversiones que ocurren en Escuela 42, una academia de programación que no tiene aulas, profesores ni horarios y donde el aprendizaje depende 100% de la motivación y el impulso que tengan los estudiantes.
El modelo nació en París hace seis años cuando el emprendedor Xavier Niel descubrió que no solo no encontraba los perfiles profesionales que necesitaba para su compañía, sino que sus propios colaboradores se estaban quedando atrás y necesitaban mejorar sus habilidades. Tras investigar, decidió diseñar su propia metodología, la que resultó tan potente, que pronto se expandió a otros países.
“Cualquier persona mayor de 18 años con interés por aprender capacidades digitales puede sumarse. No requiere formación previa; es muy exigente, pero es muy distinto de lo que estamos acostumbrados. El docente es un facilitador. El estudiante aprende por sí solo. Se organiza su propio ritmo de aprendizaje y se convierte en el protagonista fundamental del proceso. Es aprendizaje entre pares, basado en proyectos. El resultado es un 100% de empleabilidad. Las empresas nos demandan este talento, porque además de programar aprenden tolerancia a la frustración, a aprender permanentemente, a trabajar en equipo y todas esas habilidades que requiere una sociedad que evoluciona tan rápido”, explica Carmen Morenés, directora general de Fundación Telefónica.
La fundación percibió en 2019 que se estaba produciendo un cambio radical en el mundo laboral: se destruía mucho empleo y se generaban nuevos trabajos de mejor calidad, pero para los cuales las personas no estaban preparadas y el sistema educativo no mostraba la velocidad necesaria para formarlos. Salieron a buscar modelos innovadores y dieron con la Escuela 42 francesa. Rápidamente lo llevaron a España, donde su principal campus está en el Hub Digital de Telefónica en Madrid y acaba de ser visitado por una delegación de País Digital.
“Estamos en plenas conversaciones, investigando y analizando la posibilidad de llevar Escuela 42 a algún otro país latinoamericano”, le dijo a la delegación chilena Luis Miguel Olivas, director de 42 en Fundación Telefónica.
El campus de Escuela 42 está abierto 24 horas al día, los siete días de la semana, de manera que los alumnos acudan cuando lo requieran. “Es una metodología muy buena, donde la responsabilidad siempre recae en uno. Te apoyas en los compañeros, porque si no es imposible avanzar, pero la constancia, lo que estudies… ahí no hay excusas, todo depende de que quieras aprender”, dice Cristián.
El proceso que él siguió está abierto a cualquier persona mayor de 18 (en Madrid hay alumnos de hasta 58 años). Se aplican dos tests de habilidades básicas y luego se pasa a una fase llamada “piscina”: un intensivo de 26 días en que se pone a prueba, sobre todo, la capacidad de sobreponerse a la frustración de los aprendices. Superada esa etapa, se abren 21 niveles de aprendizaje, donde el bloque común consiste en el lenguaje de programación C y C++ y desde ahí, cada uno elige sus ramas de especialización.
“No hay docente que imparte clases. Es un aprendizaje entre pares, mediante la resolución de retos. El ritmo de aprendizaje depende de cada alumno. Van al ritmo que quieren”, destaca Olivas.
El modelo interesa en Chile. La Confederación para la Producción y el Comercio (CPC), liderada por Ricardo Mewes (quien estuvo en la gira), está interesada en apoyar la formación de competencias digitales en los actuales trabajadores. Y desde el Congreso, la Estrategia de Transformación Digital Chile 2035, impulsada por el Senado, consigna explícitamente el objetivo de “desarrollar habilidades digitales usando la metodología francesa de la Escuela 42”.
Uno de los impulsores de ese documento, el senador Kenneth Pugh, explica: “Lo ideal es hacer esto uniendo al sector público, privado y la sociedad civil. Fundación Telefónica tiene la capacidad y el conocimiento y puede aportar. Esto puede incubarse en gobiernos regionales, con sus fondos de apoyo a la innovación. Y lo tercero es la empresa privada, para facilitar espacios donde sería fácil implementar este programa. La alianza público-privada es la mejor para poder dar un buen resultado”.
Fuente: El Mercurio
