El año 2017 presenta cambios y desafíos para la generación de Octavos años Básico del Colegio Santiago College. Nuevos compañeros, profesores e instancia de reconocimiento y colaboración.
Desde los buses, a lo lejos, se escuchaban los tambores, las palmas, las flautas, los cantos. Una bienvenida rodeada de los más diversos colores de la naturaleza para recibir a los 129 estudiantes y siete profesores (as) entre los días miércoles 29 y viernes 31 de marzo. Tres días dedicados a vivir un viaje en medio de la Cordillera de Los Andes en un lugar con sus propias reglas, poblado por 15 mundos y habitado cada uno de ellos por un(a) Guardián(a).
El poder de decidir estuvo a prueba desde el comienzo. Como sólo podían recorrer cinco de los 15 mundos, tuvieron que ponerse de acuerdo. Cuatro de ellos podían seleccionarlos ellos, pero uno -el primero-, al igual que en la vida, fue dado por el azar. El destino se encargó de elegir a uno de los seres vivos que habitan en el parque, el cual fue plasmado en un medallón de madera y los acompañó durante toda la travesía. De esta forma se formaron oficialmente los 15 Lof, o grupos, de diez estudiantes cada uno.
Bajo la luz del sol, la primera jornada estuvo dedicada a descubrir mundos. 15 distintas formas de acercarse al conocimiento, a la emoción, a la corporalidad y al espíritu. En esta oportunidad los mundos fueron: Naturaleza, Ritmo, Colmena, Máscaras, Tejidos, Alquimia, Energías, Lab, Sellos, Arco y Flecha, Movimiento, Artefactos, Vida, Desafíos Mentales y Alfarería.
Durante la noche, fueron protagonistas del Juego de Luces para reconocer aspectos destacables desde cómo cada uno se muestra. Al otro día pudieron observar sus sombras como espacios de aprendizaje y de preguntarse sobre los efectos que generan en quiénes los rodean.
En la tarde, volvieron a encontrarse con sus compañeros de sala. Cada octavo, junto a su profesor o profesora jefe, pusieron a prueba sus habilidades físicas, emocionales y cognitivas mediante una caminata rumbo a la cascada o los Desafíos Outdoor.
La última noche estuvo marcada por el Rito del Fuego. Una ceremonia, donde los cinco octavos se organizaron para ascender a Likanrehue, e individualmente decidir cruzar, o no, el desafío que se les planteaba. Cada decisión fue valorada y los condujo a ser investidos(as) como Likanches, integrantes de una gran comunidad. Con ello, se coronaron como el primer colegio particular que nos acompaña en una travesía.
La mañana final permitió a los y las participantes registrar en los Libros de Lof, donde está plasmada la historia de las travesías, la experiencia vivida. Luego trabajaron junto a sus profesores. Al cierre, se unieron en Lof. Estudiantes, guías y guardianes diseñaron y construyeron cohetes de propulsión por presión de agua, los que fueron lanzados con un propósito o un anhelo escrito.
Agradecemos a los estudiantes, profesores y la comunidad del Santiago College por la disposición, apertura y confianza con la que se vivieron Travesía.
Vimos cómo esta experiencia logró facilitar que se conocieran entre los estudiantes de los nuevos octavos que se conformaron. Observamos cómo se identificaron con una generación más que como individualidades. Fuimos testigos del proceso en que se fueron encantando con disfrutar y gozar juntos, de volver a jugar con entusiasmo y reír con ganas junto a sus compañeros, profesores, guías y guardianes.
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