El 4B del colegio Santa María, realizó la Ruta del Desafío, en la cual participaron 23 estudiantes, que fueron acompañados por su profesora, una Asistente de Aula, además, por la educadora Andrea Farías y los facilitadores del equipo de Aprendizaje de Fundación Caserta: Omar Saldivia y Pia Eykel. El objetivo de la ruta fue aprender a escucharse a si mismo, a los otros y al entorno.
Un relato de lo vivido.
Por Omar Saldivia.
La jornada comezó en la explanada frente al Domo con el juego “los nombres”, que es una variable del juego “los países”, para luego caminar rumbo al murallon. Actividad que se pensó como una “caminata de silencio”, pero el entusiasmo y la experiencia de estar por primera vez como curso en el cerro fue más fuerte, fue así como en amplio barullo llegamos hasta el Murallón.
Ante el entusiasmo de los niños, nos desplegamos en 3 grupos de exploración y recorrimos el lugar prestando atención de no pincharnos con los Quiscos y Cáctus que dominan la zona. Además tratamos de hacer el menor ruido posible para no espantar a las lagartijas. Por primera vez nos tocó encontrar el escondite de una Llaca, a quien luego de observar, dejamos descansar.
Así más calmos, almorzamos en Pasos del Gigante, lo cual hubiese sido ideal de no ser por las avispas que atraídas de la nada colmaron el lugar.
Al volver caminando, en mucha más tranquilidad y escucha que en el camino de ida, nos sobrevolaron a escasa distancia las dos Aguilas que viven en Likan. Finalmente, fuimos a descansar al vivero, donde junto a la profesora y Pamela Estay, Encargada de Bio-sistemas, realizamos un espacio de autocuidado, para finalmente agradecer en el circulo de cierre y partir de vuelta al colegio.